Largo tiempo pasé en la alianza. Investigando sobre sus actos, sus ciudades, su supuesta amistad entre razas... Hace poco volví a la horda, reclamada por los mios. Mis hermanos, mis conocidos, necesitaban mi ayuda. Volví a mi esencia oscura. Mis demonios y yo hemos vuelto, con ansia de sangre, con ansia de destruir todo aquello que se oponga a la horda!
Mi hermano Bifúr me ha contado los cambios que ha habido, politicamente hablando. Mi querido jefe de guerra, Thrall, ha partido hacia la voragine para intentar sanar el mundo que ha destruido Alamuerte. No me gusta el nuevo jefe de guerra, Garrosh. Nada mas llegar, me ordenó obdecerle en todo. Pobre ignorante. Por muy poderoso que sea, nada, repito NADA! se puede interponer a los poderes de la magia oscura. En fin voy a reunirme con mis compañeros en Orgrimmar, a ver que necesitan.
-Vamos Klekzekeel nos necesitan
-Obedeceré... por ahora...
-Disculpa.. decias algo?!
-Nada...mi... señora...
- Eso esta mejor-Salahem rie diabolicamente-
Vaya, al menos estamos de acuerdo en algo. Pero es a quien eligió Thrall, incluso Vol'jin ha tenido que aceptar a ese cerdo. Tendremos que aguantarlo, pero cuando llegue el momento... (sonrisa maligna)...
ResponderEliminarThrall ha hecho grandes cosas por la Horda, honremos su trabajo tanto como a él.
Saludos hermana de sangre ;)